viernes, 28 de mayo de 2010

ENTREVISTA OBESIDAD Y ARTICULO COMPLEMENTARIO

ENTREVISTA CON LA LICENCIADA DORA MATILDE CASTILLO
Licenciada en Trabajo Social Universidad Rafael Landívar Quetzaltenango, Colegiado: 15, 440
Pensum cerrado en Licenciatura en Psicologia Universidad de San Carlos de Guatemala.

Licenciada Dora Castillo ungue7.6@gmail.com

QUÈ CARACTERÌSTICAS TIENE LA OBESIDAD?
* La principal es que tiene un sobrepeso que pasa la media de lo normal, pues el IMC Índice de masa corporal normal está entre 19.5 y 24.5 para todas las personas, al llegar al 30 de IMC se diagnóstica la obesidad grado I y si el IMC es mas de 40 en adelante se dice que hay una obesidad mórbida.

¿CÓMO LA VIVE LA PERSONA?
* las personas con obesidad normalmente no están conformes con su peso y por ende con su figura física, es por ello que se les baja la autoestima, porque creen ser menos que los demás y eso les hace sentirse mal, incluso llegan a pensar que los demás los rechazan por ser gordos. Hay poca aceptación de sí mismos.

CÒMO SON PERCIBIDOS EN LA SOCIEDAD?
* La sociedad tiende mucho a condicionar a las personas, y uno de esos condicionamientos sociales es el rechazo o poca aceptación de los gorditos, esto puede ser a nivel general; pero también la sociedad los percibe como personas agradables, dulces, fáciles de hacer amistad.

ORIGEN DE LA OBESIDAD:
* La obesidad es considerada una enfermedad que tiene diferentes o varias causas de origen, entre las más importantes están:
La genética, el metabolismo, cultural y aquí se puede agregar que por problemas psicológicos, como la ansiedad, el sedentarismo y en algunos casos la vanidad, porque hay quienes quieren estar gordos y les gusta.

TRATAMIENTO PSICOLÒGICO:
Aquí en general esta afectada la autoestima, entonces se recomienda realizar con el paciente terapia de aceptación de sí mismo, modificar conductas, sobre todo aquellas que se tienen a la hora de la ingesta, posiblemente trabajar la TRE Terapia Racional Emotiva para manejar de mejor manera la ansiedad o eliminarla de ser posible.








SOBRE PESO Y OBESIDAD
La obesidad su prevalencia en países desarrollados va en aumento y se constituye en una epidemia nacional por lo que es considerado como un problema de salud pública, siendo el principal motivo de alarma, el incremento de la obesidad mórbida. Alcanza en Europa una prevalencia en la población pediátrica, de 15 al 20 %, y en Estados Unidos entre el 25 al 30 % en donde se estima además, que 300,000 personas mueren anualmente debido a enfermedades asociadas a la obesidad.
Surge un incremento en la prevalencia del sobrepeso y obesidad en los países en vías de desarrollo, como una enfermedad moderna, por la disponibilidad de alimentos ricos en calorías y grasas, culturalmente influidos por los países industrializados, y con múltiples implicaciones y complicaciones que a corto y largo plazo trae para la salud física y psicológica del niño.
Los estudios sobre factores de riesgo cardiovascular en niños permiten ver que el desarrollo de placas ateroscleróticas y la aparición de los factores de riesgo ya habían comenzado en las primeras etapas de la vida. El hallazgo más preocupante, es el demostrado crecimiento de la incidencia de diabetes tipo 2 en niños y adolescentes.
La obesidad es la enfermedad nutricional más frecuente en los países desarrollados. Estudios recientes realizados en distintos países demuestran que entre el 5 y el 10 % de los niños en edad escolar, son obesos. Y en los adolescentes la proporción aumenta hasta situarse en cifras del 10 al 20 %. La frecuencia tiende a aumentar en los países desarrollados, constituyéndose en un problema sanitario de primer orden, al ser un factor común para diversas patologías (Diabetes, enfermedad cardiovascular, hipertensión arterial).
Por lo tanto, es necesario estar convencidos que el niño con sobrepeso u obesidad, debe perder peso y el exceso de grasa, y que aprenda cuál es una alimentación y estilo de vida saludables.
Se habla de Sobrepeso al estado en el cual se excede el peso adecuado para la edad y talla de una persona. Si el peso de un niño está entre el 110 y 119 % del peso ideal, o sea, con un exceso del 10 al 19 % sobre lo esperado para la talla, según referencia de NCHS , se señala entonces un Sobrepeso. Muchas veces se utilizan los términos Obesidad y Sobrepeso como sinónimos, pero no lo son.
Obesidad se refiere a la excesiva cantidad de grasa corporal, y el exceso de peso es mayor del 20 % con relación a la talla.
Actualmente el índice más utilizado para definir obesidad es el Índice de Masa Corporal ( IMC ). No deja de tener sus inconvenientes ya que si una población pierde masa magra y sin embargo gana masa grasa, tendría un IMC constante. Ocurriría lo contrario si gana en masa magra y pierde masa grasa. Por este motivo, para discernir qué compartimiento está originando el aumento o descenso del IMC, se deben utilizar otros métodos de medición que valoren la composición corporal. La medición del pliegue subcutáneo tricipital por encima del Percentil 95, o mayor de 2 desviaciones estandar, también se ha utilizado como definición de obesidad, debido a que la grasa subcutánea constituye el 50 % de la masa grasa corporal total.


Clasificación:
Son Obesidades Patológicas las que acompañan a los trastornos siguientes:
Síndromes genéticos: Down, Klinefelte Lawrence-Moon-Bield, Prader-Willi, Borjeson-Forsman, Seudohipoparatiroidismo, Carpenter, Alstrom.
Origen hipotalámico: Hidrocefalia, trauma cerebral, craneofaringioma u otro tumor.
Origen endocrino: deficiencia de hormona del crecimiento, hipopituitarismo, hipotiroidismo, enfermedad de Cushing, insulinoma, síndrome del ovario poliquístico.
Iatrogenias: uso de esteroides, insulina, valproato, ciproheptadina, ketotifeno, antidepresivos tricíclicos.
Inmovilidad: espina bífida, distrofias musculares.

En los casos anteriores la obesidad va asociada a otra patología. En la mayoría de ellas su diagnóstico es obvio con una exploración clínica completa y pruebas de laboratorio relativamente sencillas. En el síndrome de Cushing y en el déficit de hormona del Crecimiento, se pueden realizar exploraciones complementarias más complicadas, pero habitualmente los signos físicos y la detención del crecimiento distinguen a estos pacientes de la Obesidad simple.
En general, las características de estos síndromes conducen a estos niños al pediatra, endocrinólogo o especialistas en deficiencias mentales, antes de que exista preocupación por la Obesidad. Con excepción de los síndromes de Prader-Willi y Lawrence-Moon-Bield, rara vez la obesidad es severa en estos niños.
La mayor parte de los niños de 6 años, que empiezan a ganar peso a esta edad, cuando fisiológicamente tendrían que adelgazar, tienen más posibilidades de padecer una obesidad persistente.
Etiopatogénesis:
La obesidad es una enfermedad compleja, cuya etiología está todavía por esclarecerse debido a los múltiples factores implicados. Se cree que es el resultado de la combinación de factores ambientales, genéticos, conductuales y de estilo de vida, neuroendocrinos y de alteraciones metabólicas.

Factores genéticos:
El riesgo de obesidad para un niño es de 4 veces mayor si uno de sus padres es obeso y de 8 veces mayor si ambos lo son. El riesgo de obesidad puede estar atribuido al seguimiento de hábitos de alimentación, similares en la familia.
Factores ambientales:
Existe un gran número de factores que pueden estar implicados en la patogénesis de la obesidad en la infancia, como el exceso de alimentación durante el período prenatal, durante la lactancia, malnutrición materna, el tipo de estructura familiar (hijo único, hijos adoptados, el último hijo de una gran familia, padres separados, familia monoparental, madre mayor de 35 años, familia numerosa), el nivel socioeconómico (clase social baja en los países desarrollados y clase social alta en los países en vías de desarrollo), factores relacionados con el clima, la falta de ejercicio físico, y el fácil acceso a la comida.
Un factor ambiental que ha provocado aumento de la obesidad es el ver la televisión durante muchas horas. Datos del Nacional Health Examination Survey han demostrado que el número de horas que se ve televisión tiene una relación directa con el riesgo de obesidad.
Factores neuroendocrinos:
La saciedad y el apetito están controlados en el hipotálamo, en el área ventromedial y lateral, respectivamente. La actividad de uno y otro está determinada por la interacción de los diferentes neurotransmisores.
Norepinefrina, opioides (beta endorfinas, encefalina), péptidos pancreáticos (neuropéptido Y, péptido YY ) y galanina, son estimuladores del apetito. Existen muchas otras sustancias que inhiben el apetito como la dopamina, serotonina, colecistoquinina, calcitonina, bombesina y glucagón.

Factores relacionados con el gasto energético:

El balance energético se consigue cuando la ingesta energética es igual al gasto. Si la ingesta excede al gasto, ésta se deposita en forma de grasa. Excesos relativamente pequeños en la ingesta energética, pero mantenidos durante largo tiempo, producen aumentos significativos en la grasa corporal.
Sin embargo no está claro si la obesidad está causada por una ingesta excesiva o por un gasto reducido.
El metabolismo basal, es la cantidad de energía necesitada para mantener los procesos vitales y comprende del 50 al 70 % del gasto energético total.


CÓMO MEDIR LA OBESIDAD
Métodos Antropométricos:
Relación peso / talla es un método simple para la valoración de la obesidad. Sin embargo refleja más la masa corporal total que la masa grasa. Un exceso por encima del 95 percentil indica obesidad. Relación peso actual con el peso ideal para la talla de un niño de la misma edad. Se considera obesidad cuando la relación Peso / Talla está por encima del 120 %.
La fórmula consiste en dividir el Peso en kilogramos, entre la Talla en centímetros, al cuadrado. Si es superior a 25 se considera obesidad.
La grasa subcutánea, constituye aproximadamente el 50 % de la masa corporal total. La medición de los pliegues por medio de un lipocalibrador es un método sencillo y preciso siempre que el observador sea experimentado. Si la obesidad es muy severa, el método no es muy fiable. Se pueden medir los pliegues Tricipital, Bicipital, Subescapular, Suprailíaco. El que más se utiliza es el pliegue tricipital. Se considera obesidad un pliegue tricipital superior al percentil 95 para prepúberes y al 85 en adolescentes.

COMPLICACIONES DE LA OBESIDAD.
Morbilidad Psicológica:
Es muy importante la repercusión que la obesidad tiene sobre el desarrollo psicológico y la adaptación social del niño. En general las personas afectas de obesidad no están bien aceptadas en la sociedad. En los medios de comunicación, los niños y adultos obesos suelen desempeñar un carácter cómico, tropezón y glotón. Se ha comprobado que los niños obesos tienen una pobre imagen de sí mismos y expresan sensaciones de inferioridad y rechazo. Por lo tanto suelen presentar dificultades para hacer amigos. La discriminación por parte de los adultos o los compañeros desencadena en ellos actitudes antisociales, que les conducen al aislamiento, depresión e inactividad, y frecuentemente producen aumento de la ingestión de alimentos, lo que a su vez agrava o al menos perpetúa la obesidad.
Morbilidad médica:
La persistencia de la obesidad infantil hasta la edad adulta aumenta significativamente el riesgo de padecer enfermedades del tipo de la diabetes, enfermedad cardiovascular, hipertensión, colecistitis y colelitiasis, que en su conjunto representan el 15 – 20 % de los índices de morbilidad.

Enfermedad cardiovascular: la prevalencia puede estar relacionada a la presencia de hipertensión y con la elevación de los lípidos plasmáticos.
Del 30 al 50 % de la hipertensión arterial en Estados Unidos, se debe a la obesidad. Los niveles de lípidos están generalmente elevados en niños obesos, y los niveles de HDL – colesterol son más bajos, lo cual constituye un riesgo para el desarrollo de enfermedad coronaria. El perfil lipídico suele normalizarse tras la pérdida de peso.
Los pacientes obesos presentan resistencia a la insulina que puede estar relacionada con los altos niveles de ácidos grasos libres, utilizados en el músculo a expensas de la glucosa. Alternativamente la sobrealimentación puede causar resistencia periférica a la insulina, disminuyendo la expresión de sus receptores y promoviendo así la resistencia a la misma.











Trastornos del aparato digestivo:
Colelitiasis: en niños se puede observar cuando la obesidad es muy severa, pero hay que tenerlo en cuenta como motivo para insistir en el tratamiento a fin de prevenirlo.
Esteatosis hepática: aparece del 68 al 94 % de los pacientes obesos. La infiltración grasa de más de la mitad de los hepatocitos sucede en el 25 – 35 % de los casos. La insulina inhibe la oxidación de los ácidos grasos aumentando así los niveles intracelulares de ácidos grasos tóxicos.
Estreñimiento: muchos de los niños obesos presentan este problema. Probablemente se relaciona con la falta de ejercicio físico o con una alimentación inadecuada, con escasa cantidad de fibra.
También se pueden presentar otros tipos de problemas como son:
Pseudohipogenitalismo: en los varones pre púber es un problema muy frecuente ya que la grasa supra púbica entierra la base del pene disminuyendo su tamaño real.
Ginecomastia: es también un problema frecuente en varones, debido al acumulo de grasa en la región mamaria, sin existir un aumento real del tejido glandular mamario.
Problemas dermatológicos: Estrías, infecciones por hongos en las zonas de los pliegues, acantosis nigricans, facilidad para presentar hematomas ante pequeños traumatismos.
Función pulmonar: las repercusiones sobre el aparato respiratorio son también importantes. Pueden presentar disnea de esfuerzo ante el ejercicio físico moderado e incluso insuficiencia respiratoria con intoxicación por dióxido de carbono, característica del Síndrome de Pickwick, que se observa en los casos extremos de obesidad. En casos de obesidad severa moderada los índices espirométricos están alterados y existe un aumento en las infecciones respiratorias.
Patología osteoarticular: el sobrepeso constituye una sobrecarga para el aparato locomotor, siendo frecuente encontrar en los niños obesos, algunos trastornos ortopédicos, como el genu valgun y la epifisiolisis de la cabeza del fémur, pie plano, escoliosis, coxa vara y enfermedad de Perthes.

TRATAMIENTO

La detección y el tratamiento tempranos de la obesidad son esenciales. El porcentaje de niños que permanecerán siendo obesos difiere según la edad en que se presenta la obesidad: 14 % a los 6 meses, 41 % a los 7 años. Para realizar un tratamiento adecuado se requiere de un equipo multidisciplinario compuesto por pediatras, dietistas, enfermeras, psicólogos y psiquiatras.
El éxito en el tratamiento de la obesidad reside en la disminución de la ingesta calórica con relación al gasto energético, teniendo presente que las pautas de alimentación a seguir, deben inculcar hábitos y estilo de vida apropiados que promuevan a largo plazo la disminución de peso en, al menos 20 % de su Peso con relación a la Talla ideal, y se mantenga este peso ideal sin afectar el crecimiento y desarrollo del niño.










RECOMENDACIONES.

Conocida la prevalencia del Sobrepeso y la Obesidad en la población pediátrica del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, se deben realizar estudios para determinar las causas de estos problemas, así como las repercusiones que tienen sobre la salud física y mental de los niños, ya que mientras más temprano se advierta el problema, más fácil será intervenir, considerando que un porcentaje importante de esta población, continuará siendo afiliada durante la vida adulta.
Determinar la prevalencia en el ámbito nacional y definir la relevancia de dichos problemas así como sus causas y efectos.
Crear programas de salud pública para abordar el Sobrepeso y la Obesidad
Por el Dr. Guillermo Balcarcel ( * ) Dr. Fernando Castañeda Departamento de Pediatría, del Hospital General de enfermedades, del IGSS




























































miércoles, 5 de mayo de 2010

ÍNDICE DE ALCOHOLISMO EN GUATEMALA








INCIDENCIA DEL ALCOHOLISMO EN GUATEMALA
De acuerdo con el Informe sobre la Declaración de La Antigua, Guatemala, sobre Prevención del Abuso de Alcohol en Ibero América, realizada en junio 2,003 en La Antigua Guatemala refiere que:

“La edad de inicio promedio para el consumo y abuso de alcohol es antes de los 13 años, según los estudios de los diferentes países entre ellos Guatemala.

Este dato comparado con el informe del grupo de A.A. en Guatemala: “La edad de las personas que acuden por primera vez a Alcohólicos Anónimos (AA) ha disminuido. Antes los visitantes superaban los 30 años, ahora son cada día más los menores de 20 años”.

“Refieren también que el 25% de los miembros de A.A. tienen menos de 25 años. Esto se basa en los datos de sus 950 centros que existen en Guatemala, con un promedio de 15 miembros, 5 de ellos no superan los 25 años de edad”.
Según estudios realizados por el Patronato Antialcohólico y la Secretaria Ejecutiva de la Vicepresidencia de la República de Guatemala, señalan que: “en promedio los guatemaltecos se inician en el consumo de licor, a la edad de los 15 años. También mencionan que de cada 100 guatemaltecos, 66 consumen licor. En promedio, un individuo ingiere 64.75 litros de bebidas alcohólicas al año”.

Según el estudio realizados por SECCATID sobre la “Desregulación Psicológica y su relación con el uso de drogas en adolescentes” realizado en un grupo de 8500 adolescentes guatemaltecos entre 12 y 20 años, concluyo: que uno de cada tres estudiantes reporto por lo menos un problema social, legal o medico, relacionado con el uso de alcohol. La “preeminencia de alcoholismo y de la drogadicción en los adolescentes era más evidente en los hogares que tenían antecedentes en el uso de los mismos”.

De acuerdo al Seminario ofrecido por la Asociación Nacional del Café (ANACAFE) “alcohol y tabaco son las drogas mas frecuentes entre los estudiantes jóvenes comprendidos en las edades de 12 a 18 años edad, cursante del nivel medio de educación” (2004).

En la Grafica por edad del Conductor, de la Policía Municipal de Transito, se puede observar los porcentajes de consumo de alcohol por edad.












Estadística de consumo de alcohol por zonas de la capital de Guatemala
Se puede observar en esta grafica que un factor determinante es la centralización “en la Zona Viva, (Zona 10), de la venta de bebidas alcohólicas para adolescentes y jóvenes adultos.

De acuerdo a los datos proporcionados por la policía de Tránsito, el bebedor guatemalteco tiene preferencia en el horario nocturno. Finalmente, las cifras entregadas por el Seccatid revelan que el 52% de niños en edad escolar (12.5-13.5 años) había bebido alcohol una o más veces en su vida en 2002; 37% había tenido problemas a causa de esto y varios indicaron tener parientes adictos. La muestra fue de 8,500 (12-20 años).

Además, los niños que han bebido alcohol alguna vez en su vida tienen 8 veces más probabilidades de usar marihuana y cocaína. Las niñas tienen cinco veces más riesgo (SECCATID).
Servicios de Atención en Guatemala para Personas que Abusan Alcohol
Adultos, niños, familias , adictos al alcohol y otras sustancias pueden acudir a diversos grupos de apoyo que los orientan sobre cómo salir adelante. Entre los grupos ofreciendo servicios a estas personas en Guatemala se encuentran los siguientes:

Programas de Seccatid
El Centro de Tratamiento Ambulatorio y Rehabilitación de SECCATID atiende tanto a las personas adictas como a sus familiares. Se les brinda sin costo alguno, orientación sicológica grupal e individual, así como terapias ocupacionales. Entre los requisitos más importantes para ser admitidos están: no consumir, asistir periódica y puntualmente a las sesiones.
Alcohólicos Anónimos (A.A.)

Actualmente existen en el mundo 58,000 grupos locales de A.A. En Guatemala existen 456 grupos en el área metropolitana y 431 en el área rural. Pero se considera la necesidad de abrir más centros, debido a la incidencia cada vez más alta por consumo de alcohol. En A.A. no se cuenta con estadísticas especificas, ya que no cuentan con un grupo especifico para realizarlas, lo cual sus miembros ven con preocupación. Sin embargo, consideran que el incremento del alcoholismo en el país es cada vez más alto.

Los miembros de AA se definen como una comunidad de hombres y mujeres que han descubierto y admitido “que no pueden controlar su manera de beber, cualquier bebida alcohólica”. “Por experiencia propia saben que tienen que vivir sin alcohol por su propio bien y por el de sus seres queridos”.

Hay que destacar que el único requisito para ser miembro de A.A. es el deseo de“dejar la bebida”. A.A. no exige juramentos, ni compromisos personales de ninguna clase.


Los que mueren a causa del alcohol en accidentes de Tránsito
Niveles de alcohol en sangre encontrados en personas fallecidas a causa de accidentes de tránsito. Se pretende demostrar que en Guatemala un alto porcentaje de estos casos se dan a causa de los efectos del alcohol en los conductores. Se documentaron los niveles de alcohol en sangre detectados en personas que sufrieron accidentes de tránsito en el área metropolitana de la ciudad capital de Guatemala en el año 2003.
En la Morgue del Organismo Judicial de la ciudad capital se recopilaron datos de un total de 1024 personas, identificadas y no identificadas que murieron en accidente de tránsito durante el año 2003 en el área metropolitana de Guatemala. En el Departamento Técnico Científico del Ministerio Público se registraron un total de 396 (65%) personas identificadas y a las que se les registró el nivel de alcohol en sangre y un total de 215 (35%) personas no identificadas a las cuales no se les pudo registrar el nivel de alcohol en sangre. De estas 611 personas, el 84% eran de sexo masculino y el resto de sexo femenino.
La edad en la que ocurre mayor mortalidad relacionada con accidentes de tránsito y consumo de alcohol fue de 25-39 años para el género masculino y de 40-59 años para el género femenino. Mientras que la edad en la que ocurren menos muertes por accidentes de tránsito relacionadas al consumo de alcohol para ambos sexos, es de 15-19 años.
En general, se observa que el 42% de la población identificada que muere en accidentes de tránsito en el área metropolitana de la ciudad capital de Guatemala está entre 25 y 39 años y de estas personas el 17.58 % falleció con niveles de alcohol en sangre entre 2.72 - 3.25g%. Aun así, los valores de alcohol en sangre encontrados y que inciden en los accidentes de tránsito fueron muy variados, lo que deja ver que esta sustancia afecta al individuo de diferente manera.
El impacto social de los accidentes de tránsito es alto. Actualmente ocupa el tercer lugar entre los asuntos que más preocupan a nivel nacional, según el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social. Guatemala ocupa el cuarto lugar a nivel de las Américas con mayor tasa de muertes por accidentes de tránsito; de seguir así y no tomar medidas correctivas, se espera que en el año 2020 las tragedias viales podrían constituir el primer problema social en Guatemala, aun más que el sida y la tuberculosis, comenta el Dr. Pedro Luis Castellanos de la OPS.
El 7 de abril se celebró el día mundial de la salud y el tema del panel foro fue la seguridad vial de Guatemala. Asistieron representantes de instituciones como la OPS/OMS, PNC, MSPAS, PDH, IGS. Se concluyó que el riesgo de los accidentes aumenta con la irresponsabilidad de personas que conducen a alta velocidad o en estado de ebriedad y que es necesario implementar una serie de medidas correctivas ante estos hechos.
Se conoce que el Código Penal y Ley de Tránsito contemplan sanciones por responsabilidad en accidentes de tránsito, pero escasos procesos por estos hechos avanzan. Según un sondeo realizado en tribunales, de cada 100 procesos, ni siquiera el 5% se relacionan con accidentes de tránsito lo que revela la escasa persecución penal (49). Es importante mencionar que las autoridades son responsables de plantear soluciones al problema e implementar planes de prevención sobre el tema.

En Guatemala se consumen variedad de bebidas alcohólicas, su uso es generalizado y forma parte de actividades tanto sociales como culturales y, de alguna manera, laborales. Son bien conocidos los patrones irresponsables de consumo, que unidos a ciertas acciones como manejar, pueden tener como resultado un gran número de daños. Por lo tanto, el consumo de alcohol representa un alto índice de riesgo al conducir automóviles bajo su efecto.
Según un estudio realizado en diciembre de 1997 por el Ministerio de Interior de la Dirección General de Tráfico de España, está demostrada la relación entre el consumo de alcohol, incluso a bajas concentraciones, y la reducción de la capacidad de conducción, que se refleja en el deterioro de la atención y de las funciones visual y auditiva, en perturbaciones en el campo perceptivo, cansancio, somnolencia o fatiga muscular y los accidentes de circulación (9). La embriaguez, o conjunto de fenómenos psicosomáticos de la intoxicación alcohólica, posee una importancia sociológica, criminológica y médico-legal. El alcohol es un factor criminógeno general de primer orden. “Esta comprobado que en los “días criminales”, es decir, aquellos días en los que estadísticamente es más elevado el número de delitos, es cuando se produce mayor intemperancia en el consumo de bebidas alcohólicas. Los delitos varían desde violaciones, robos, asaltos, insultos, lesiones, homicidios y desobediencia, hasta el de mayor importancia numérica y gravedad de las consecuencias, que corresponde a los accidentes de tráfico por consumo de alcohol.” (1) El alto número de incidencia de éstos y la relación que el alcoholismo tiene sobre el conductor y la víctima, han obligado a muchos países a dictar medidas legislativas especiales, es decir, contar con una política criminal al respecto, por ejemplo reglamentos que establezcan los límites de alcohol en sangre para conductores







El consumo de alcohol por largo tiempo, es decir, de forma crónica, afecta directamente al sistema nervioso central y a la mayoría de los órganos. Tiene su reflejo en alteraciones de la conducta y en una amplia y variada morbilidad y mortalidad (1).
En Guatemala, hasta donde se conoce, no existen estudios que determinen los índices y estadísticas de accidentes de tránsito por alcoholismo. Las estadísticas, según Bomberos Municipales y Voluntarios􀃛, sólo reflejan el número total de accidentes de tránsito, por lo que la presente investigación pretende dejar documentado en Guatemala un estudio técnico científico y objetivo sobre la incidencia del consumo de alcohol en accidentes de tránsito durante el año 2003 y dar a conocer en que nivel de alcohol en sangre se produce el mayor número de estos sucesos.
En Guatemala la legislación no ha establecido ni dictaminado el nivel permitido de alcohol en sangre en los conductores de vehículos automotores. La Ley y Reglamento de Tránsito, decreto 135-96 y el Acuerdo Gubernativo Número 273-98, Capítulo XI Artículo 175 y 176 se refieren a la retención y consignación de la licencia de conducir y a la retención y consignación del vehículo y tarjeta de circulación, respectivamente. Según el inciso a): “Mientras se lleve a cabo las pruebas de alcoholemia y/o influencias de drogas, estupefacientes o sustancias psicotrópicas, si estas pruebas resultaren negativas, sin más trámite, se devolverán los documentos, el vehículo y el conductor podrá circular libremente. En caso de que resulten positivas las pruebas, la autoridad de tránsito, pondrá a disposición de la Policía Nacional Civil al conductor, el vehículo y sus documentos (2).” No se mencionan límites de alcohol en sangre máximos o mínimos permitidos para los conductores. Artículo Prensa Libre. Guatemala 7 de Abril, 2004. pág. 3 y 1
Es un estudio que llama mucho la atención y al mismo tiempo invita a luchar porque se adquieran los valores morales que el adolescente y el joven necesitan para enfrentar la vida y no querer calmar con el alcohol los retos que la vida misma le presenta. Educar en la sobriedad y el tomar la vida en las propias manos para ser responsables de los propios actos.